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miércoles, 8 de junio de 2016

¿Existe la “mala” literatura?

¡Hola a todos! Me presento: Soy Antonella del blog Programando Libros. Y hoy me toca hablar de un tema que está muy incrustado en el mundo de la lectura, un mundo donde no importa la edad ni los gustos, porque todos tenemos algo en común que nos une: el amor a los libros.
Les voy hacer una pregunta que últimamente se cruza muy seguido por mi cabeza. Tal vez porque estoy metida en varios grupos de lectura y el tema siempre florece en ellos, pero en cualquier ámbito de mi vida me lo he encontrado y no puedo evitar cuestionarme: ¿Existe la mala literatura? Voy a formular una mas concreta: ¿Existen los libros “buenos” y los libros “malos”?
En un ámbito tan lindo como es el de la lectura, no faltan aquellas personas que dicen que tal libro “no es literatura” y que aquel otro “es una porquería”. Y en la mayoría de las veces, los jóvenes quedan como el blanco en donde todos tiran los dardos: “La juventud de hoy en día lee basura.” 
Y yo me pregunto… ¿A que le llaman basura ellos? ¿A los bestsellers actuales? ¿A los libros modernos? ¿A un tipo de género en particular? Pero… ¿Con qué razón lo denominan así? Está claro que cada libro tiene su forma particular de estar escritor. Algunos tienen millones de errores ortográficos y otros están en forma excelente. Pero esto va mucho mas allá que la escritura y la narración...
Lo primero es lo primero: ¿Qué es la literatura?  No les voy a citar la definición especifica de la Real Academia Española (pero aquel que sea curioso es libre de buscarla). De todas maneras,  les aseguro que en ningún momento menciona que es la buena ni la mala literatura. En un sentido amplio podemos decir que, este término a los que estamos acostumbrados la mayoría de los lectores, es cualquier trabajo que esté escrito. 
Ahora vayamos al mundo a donde pertenecemos todos. Aquel donde están los amantes apasionados de las letras.  En este gran mundo de personas que compartimos el mismo sentimiento por lo libros, podemos diferenciar ampliamente dos bandos. Los que siempre argumentan que la literatura buena no son aquellas obras que están de “moda” actualmente, menosprecian a los bestsellers y ciertos géneros literarios. Y por otro lado, en el que me incluyo, que piensan que “esos libros” no son ni mas ni menos que los clásicos o los libros de años anteriores. 
Los libros son libros, cada uno es diferente y crea su propio mundo. Y no todos los mundos son aptos para cualquier persona. Por eso no todos los libros nos tienen que gustar, por eso hay opiniones positivas y negativas de para uno en particular.
¡Hasta los escritores mas aclamados tienen la misma opinión de ellos! Franz Kafka una vez dijo "Un libro debe ser el hacha que rompa el mar helado que hay dentro de nosotros". Y mi “hacha” seguro no es la misma que la tuya. Hasta lo mas probable que sean muy diferentes.
Mi querido Stephen King (y para mas de uno no le resulta tan querido) dice que los libros “malos” enseñan mas que los buenos. “Cada libro que escoges tiene su propia lección o lecciones, y muy a menudo los libros malos tienen más que enseñar que los buenos”
Por otro lado, Oscar Wilde menciona "Es lo que lees cuando no te obligan lo que determina lo que serás cuando no puedas evitarlo". Porque un libro que leemos por obligación no nos va a afectar de la misma forma que si lo hubiéramos elegidos nosotros mismos. Porque nosotros mismos somos los que le damos la posibilidad a aquella historia a que “nos cambie”
Obvio que muchos pueden aludir a la famosa frase de “Si un libro no te enseña a cuestionar no te enseña nada”. Pero un libro en particular me puede enseñar mas a mi que a vos. O tal vez a mi no me enseñe nada y sea una tortura leerlo pero para mi vecina es lo mas hermoso del universo. 
Por cada libro que leemos, algo de nosotros se enciende y se apaga. Están aquellas historias que por mas que nos esforcemos, no nos mueven ni un solo pelo. Y están aquellas que llegan para quedarse en una parte de nuestro corazón y no irse jamas. 
Por cada libro que leemos, vamos creciendo. Nuestros gustos van cambiando, se van modelando, toman su propia forma. Me ha pasado que hace un par de años estaba obsesionada con el género romántico, y hoy me encuentro amando otro tipo de género totalmente opuesto ¡Hay a veces que me resulta repulsivo los libros de romance!
Estoy segura que mas de uno ha re-leído libros que hace un tiempo les encantaba y hoy dice ¿En serio me gustó tanto? Entonces… Si nosotros mismos tenemos opiniones diversas sobre un libro. ¿Por qué exigir a otro que lo lea y que le parezca genial? ¡Terrible!
Así que… nos tiene que quedar bien en claro que cada lector tiene sus preferencias, sus gustos. Que a vos te guste Jane Austen y a mi me guste John Green, que a mi amiga le guste Gabriel García Marquez y a la tuya le guste Cassandra Clare no dice quién lee basura o no. No determina cual es la literatura mala ni la buena. O mejor dicho… NO EXISTE ningún término de estos.
No importa que libro te incentivó a querer abrirlo y sumergirte a la historia… Lo importante es que lo sigas haciendo y te introduzcas a nuevos mundos. Y que respetes los diferentes gustos de los demás lectores. Al fin y al cabo, todos tenemos ese mismo amor por las palabras y las historias. Sea en forma de novela, poesía, ensayo, un relato o alguna sección del diario.
Además… si la literatura que muchos llaman “mala” llevan a querer disfrutar a una persona algo tan lindo y sano como es la lectura. No creo que sea tan mala. ¿No piensan así? :)






miércoles, 17 de diciembre de 2014

Navidad, consumismo y celebración


¡Hola! Me presento, soy Jazmín del blog Un jazmín en mi estantería, y vengo de la mano de Papá Noel a traerles este post. Bueno, no de la mano exactamente, supongamos que vengo escondida en el trineo. Mejora la imagen mental para ustedes, ¿verdad?

Si viven en este planeta, lo que voy a comentarles seguramente vaya a sonarles. Es probable que, desde fines del mes de octubre, hayan visto en supermercados, librerías y tiendas en general los siguientes indicios:
Hermoso, pero cegador.
  • Anuncios con imágenes de Papá Noel. ¡Pero si no llegamos a diciembre! Me pongo ansiosa, no sé si ir a comprarme un budín sin fruta o sentarme a estudiar para los exámenes. 
  • Adornos para el arbolito, pesebres, colgantes para puertas y ventanas, led de colores. Uno termina comprándose todo, aunque luego no combine. 
  • Decoración para la casa con motivos de estrellas, muérdagos y cuadros con trineos llevados por renos en un paisaje nevado. Y es tan bonito, que han deseado estar ahí metidos en lugar de fritarse con los cuarenta grados de temperatura de estas latitudes. Las mejores son las esferas que cuando uno las mueve, cae la nieve sobre la casita. Algunas hasta hacen musiquita. ¡Quiero una!
  • Pinitos de todos los tamaños y colores. Al final, el arbolito gigante en dorado es precioso, pero en mi departamento monoambientede estudiante uno entra y se queda ciego. 
  • Muñecos a pilas de Papá Noel que lanzan sonoras carcajadas y se mueven hacia ustedes como pequeños juguetes poseídos. 
  • Montañas de golosinas de chocolate, budines, pan dulces y turrones. En frente de éstas, cajas y cajas de bebidas como champagne, sidra, ananá fizz y derivados. El año pasado teníamos tantas cosas, que nos sentábamos a la siesta con mi hermano a tomar sidra con turrones. No era mediados de diciembre todavía. Nadie se dio cuenta. En fin. 
  • Juguetes, juguetes por todas partes. Voy a la librería a comprar una simple lapicera, y no hay. Pero sí muchos juguetes. No tengo hijos, mi sobrino solo quiere la play y yo hace rato que dejé las muñecas. ¡Quiero una simple lapicera! En fin, me llevo también la súper pistola de agua, a lo mejor me sirve para el verano.
A estas alturas, ya deben haber adivinado. ¡Sí, se acerca la navidad! 
Vamos a saltearnos la parte de qué es la navidad, porque creo que es algo que ya todos sabemos. Además, en este mini artículo vamos a dejar de lado el aspecto religioso (por una cuestión de respeto y de continuidad con la temática habitual del blog), para centrarnos en lo social.

¿Cómo se festeja la navidad en nuestro país? Creo que hay tantas formas de celebración, como familias. Algunos prefieren hacerlo más austero y lo toman como un día cualquiera (conozco a algún que otro, no es tan raro como parece). Otros combinan el cumplimiento de la liturgia con la cena familiar después. Otros ponen todas sus energías en la celebración en sus casas. Lo cierto es que para muchos es un día especial, significa una oportunidad para pasarla con sus familiares o amigos. 
Un apartado: la pirotecnia es algo que hace mucho daño cuando está mal utilizada. Puede arruinarse la noche con una visita al médico. Los animales también sufren mucho. Pero está en cada quién utilizarla o no. Al menos, hay que mantener las precauciones. Las mascotas de la casa deben quedar bien protegidas, para que no escapen y se pierdan durante el ruido general de la medianoche.

Luego de la cena, el brindis y los fuegos artificiales, llega: 
· Para los niños: el momento de abrir los regalos. 
Cómo he disfrutado la llegada del supuesto Papá Noel. No sé en qué momento me di cuenta de que él en realidad era una combinación frankesteiniana de mis padres, tíos y abuelos. Igual, fue lindo esperarlo, mi pequeño espíritu troll soñaba con tenderle trampas que me dejaran atraparlo en mi casa. 
Hay otra gran división en la vida de alguien con respecto a estas cosas. El momento en que dejás de recibir juguetes de regalo y te encontrás con ropa dentro del paquete, está confirmado: ya no sos más un niño. Recuerdo que la primera vez que me encontré con un paquete engañoso, lloré y armé un escándalo. Lo bueno, nunca dejé de recibir regalos. Ahora son mejores. Perfumes, ropa, bijouterie y… ¡libros! La gente que nos ama, sabe lo que más nos gusta. 
· Para los mayores: la hora de salir a dar una ronda por la casa de amigos, o salir a bailar. 
Los mejores recuerdos que guardo de la mayoría de mis familiares lejanos, son la llegada después de las doce. Ya habían comido, así que estaban de buen humor. Habían bebido un poco, así que eran graciosos. Llegaban primos lejanos, corríamos la mesa y las sillas, poníamos música y todos a bailar.


En conclusión, ¿es solo consumismo lo que nos motiva?
Hay mucho de consumismo, pero también se despierta en muchas personas lo mejor de ellas para estas fechas. Creo que todo lo que nos pueda unir como familia en particular, y como sociedad en general, es bueno. Se puede expresar nuestro amor al prójimo con buenas obras también. Se puede hablar a alguien que esté solo, invitarlo a que pase la fiesta con nosotros, animar a alguien que esté triste. O darle lo mejor de nosotros a los que más queremos. 
Creo que sí hay un espíritu en la navidad, podemos ponerlo en práctica de diversas maneras.

¿Y ustedes? ¿Cómo pasan las fiestas? ¿Hay algo que les traiga recuerdos especiales? ¿Cómo creen que es la mejor manera de celebrarlo?


martes, 2 de diciembre de 2014

Tema de Interés General: ¿Qué estudiar?



  


¡Hola a todos! ¿Cómo están? Soy Rosie del blog Lectores en el Anonimato. Hoy estoy por estos lares para hablar de un tema que me apasiona y que a muchos también aterra.

Hasta que terminamos el secundario tenemos toda nuestra vida sencillamente planeada y tenemos todo bien claro: Vamos al Jardín, después a la Primaria y por último, la Secundaria. El problema se presenta durante nuestro último año en la secundaria. ¿Qué vamos a hacer cuando todo esto termine? ¿A dónde vamos a ir a parar? Siento que como adolescente que está al borde de comenzar esa etapa, es mi responsabilidad ayudarlos a ustedes a aclarar sus ideas y encontrar la carrera ideal para ustedes.

Yo soy Karen de Hotel de libros
La elección de carrera es uno de esos momentos importantes en nuestras vidas. Generalmente cuando somos jóvenes tenemos que elegir "que vamos a hacer el resto de nuestra vida". Esto puede no ser así, conozco y estoy segura de que ustedes también, a personas que optaron por una carrera y ahora se dedican a algo totalmente distinto.
¿Por qué? Cada persona tendrá sus razones. Algunas que he escuchado es que simplemente nunca se sintieron a gusto con su elección. Porque en algún momento se sintieron presionados para elegir una carrera en específico. Por ejemplo, en mi caso, desde pequeña tuve la idea de estudiar algo relacionado a la literatura. Pero mis dos hermanos mayores optaron por medicina. Y mis padres y toda la familia, estaban orgullosos de ellos. Simplemente asumieron que yo iba a seguir sus pasos, porque me resultaría más fácil, contar con sus experiencias (apuntes...) para poder aprobar las materias mas difíciles de la carrera.
Puede que tengas ideas fuertes de lo que quieres estudiar, o contador o abogado, o puede que no tengas la mas mínima idea de nada.
Es tiempo de que hagas un recorrido personal, ¿qué es lo que te gusta hacer? ¿en qué te destacas? Hay una diferencia entre ser bueno en algo y en que algo te guste. 
Luego de haber estado por una zona personal de deseos... vamos a recorrer otros factores. Porque, hey, nunca falta el que te tacha de egoísta. (hablaremos de esos personajes que nos rodean, mas adelante)
Bueno. Ya se que estudiar. Pero dónde, cómo, etc. De a poco vamos formando la idea de nuestra persona como ser universitario. Algunas cosas caen, inevitablemente, en el campo económico. Como sabemos en la Argentina contamos con las universidades estatales, lo cual significa que no son tanto gasto como las privadas. Acá también hay cierto estereotipo entre elegir una universidad pública o privada. Repito, estereotipos. Algunas personas cuentan con recursos superiores a otras. Alguna vez una persona me dijo al respecto de mi situación (padres que se negaban a que estudie Letras, también tenía prohibido dejar la casa) "Es que tus padres no te bancarían como los míos, por ejemplo, si yo ahora me canso o me doy cuenta de que esto no es lo mío y quisiera empezar otra vez, ellos si estarían para mí." Padres. Son diferentes, los padres de esta persona en cuestión siempre me parecieron algo confusos, pero ciertamente (en algún tipo de compensación si estaban de acuerdo con la elección de su hijo, si estaban dispuestos a que él y solo él elija donde ir a estudiar.
Fuera del tema económico, no deberías dejar que tus padres proyecten sus deseos en tu decisión. Si lo que realmente querés no se encuentra tan fácilmente a tu disposición, en mi humilde opinión, creo que deberías intentarlo aún más. Si no tenes recursos para irte a estudiar esa carrera que tanto querés, empeza a vender algo, pedí ayuda, considerá aplicar para una beca (información al final) no te rindas simplemente ante el primer no. El lugar, siguiendo la practica de los pros y contras, mas o menos vas a encontrar un lugar donde puedas estudiar como quieras. En mi caso, la provincia que elegí es una mezcla entre algo conocido y desconocido.
No dejes que los demás te hagan dudar o arrepentirte de tu elección. Si a tus padres, amigos, hermanos, vecinos, parientes, pareja, etc. no les gusta la carrera que elegiste, es su problema. Tené en cuenta que la carrera universitaria que vas a seguir es pura y exclusivamente decisión tuya. Así que si al principio no les gusta, con el tiempo quizás entiendan que eso es lo que a vos te apasiona y lo que aspiras ser en un futuro.

Ya tenés la carrera, privada/publica, lugar, a esto súmale en donde (específicamente) vas a vivir. ¿Solo? ¿Compartir departamento? etc. Podría decirse que elegir que estudiar es solo el principio del viaje. Puede que todo suene agobiante, que es mucho para tus 17 o 18 años o la edad que tengas, pero es difícil resistirse a la idea de nuevas cosas por aprender, nuevas personas por conocer.
Por eso deberías recolectar tanta información como puedas.
Algunas cosas que te pueden servir y orientar son: las charlas de vocación; tests; revisar páginas de universidad; chequear el plan de estudios (te sirve para ver cómo se estructura la carrera y qué materias la componen); charla con gente de tu entorno que esté familiarizada con la carrera que querés seguir así te da su punto de vista y te orienta sobre cómo es; acércate a la facultad para pedir más información, pregunta sobre las posibles salidas laborales, las orientaciones que puede tener la carrera e incluso podes charlar con algún estudiante para que te cuente su propia experiencia.


Retomando la cuestión monetaria, fíjate en las becas y la info que encontrás online (Becas bicentenario / Becas universitarias, por ejemplo) que ayudan con una suma de dinero a estudiantes de algunas carreras.

También a lo largo de este año he escuchado varias veces en mi clase, este cuestionamiento hacia algún profesor: "Profe, usted cual cree que es la carrera más importante?" o variantes como "Profe, ¿que carrera gana más?" "¿Cúales son las carreras del futuro?"
A lo cual, cierto profesor apodado Facha, nos respondió en cada ocasión: Chicos, no existe una carrera mas importante que otra, existen personas que se las dan de importantes, pero se que ninguno de mis alumnos van a ser así. ¿Que que carrera gana mas? Mirá, vos podes salir con el mejor promedio de la facultad pero el mercado laboral es otra cosa. Cuestión de suerte, quizás, al fin y al cabo no quiero romantizarlos con la idea de que si estudian lo que les gusta la plata no importa, porque claro que importa! (Aclaro, el nos enseña economía...) pero si elegís una carrera por la plata, yo empezaría a revisar el orden de prioridades. No vaya a ser que terminen eligiendo novio o novia por la plata. Esas cosas siempre terminan mal, o peor! en casamiento.
¿Carreras del futuro? Chicos, el futuro esta allá (señala a la ventana que da con jardincito)
Clase: en los niños? 
Facha: no, allá, lejos! pero el ahora, el presente, eso es lo que están viviendo. No piensen en las carreras del futuro, piensen que es lo que quieren. Sino por tanto pensar en alguna de esas carreras sofisticadas del futuro van a terminar siendo reemplazados por un robot.
Este último de las carreras que son tendencia, están en auge, es bastante subjetivo... algunos pueden decirte que las ingenierias están volviendo a imponerse, otros te van a decir que las carreras humanísticas se están expandiendo más... Al fin y al cabo vas a escuchar de todo.

Rosie y Karen

lunes, 27 de octubre de 2014

Tema interés general: Medio Ambiente



 ¡Hola! Soy Lulu de La Nerd Escondida, y participo del hermoso grupo que es la CBA. Me ofrecí para hacer la entrada sobre Medio Ambiente, ya que es un tema que me gusta mucho y que, como promotora de Salud que soy en la vida real, considero de suma importancia para la salud. 

Comencemos con un dato anecdótico: estaba escuchando una conversación de trabajo de mi mamá con su jefa, sobre Patrimonio Cultural. La jefa me pregunta a mí sobre qué opinaba de algo, y después dijo algo que quedó en mí. Fue una comparación, pero a la vez era una invitación: “… es como los jóvenes, hace 10 años nadie se preocupaba por el medio ambiente, pero los jóvenes comenzaron a preocuparse y a empujar para que cambiara.” Lo siento, no recuerdo las palabras exactas, pero esa era la idea. Los jóvenes fueron los que produjeron el cambio, como en cualquier revolución, lo que nos da un papel protagonista en todo cambio que pueda hacerse.
A veces, la palabra cambio suena enorme. Suena como que nosotros, desde nuestros lugares individuales, no podemos lograr mucho, no solos. Voy a demostrarte lo contrario: voy a dar 10 premisas, que si cumples pueden cambiar mucho.

  1. Desenchufar el cargador del celular/notebook/Tablet/dispositivo portátil de elección mientras no estas usándolo.
    Lo sé, te puede dar pereza desenchufarlo, y seguro piensas que no vale la pena, dado que gasta muy poco y casi ni se nota en la factura de la luz. El asunto, no es lo poco que gaste, sino que, no sos sólo vos el que no lo desenchufó. Son varios. Millones de personas que no lo desenchufaron, lo que aumenta el consumo energético total, aumentando el consumo de combustibles fósiles para generar electricidad (ya que hay pocas fuentes energéticas alternativas en funcionamiento en las principales ciudades del mundo). Piensa en el invierno, cuando falta combustible debido al alto consumo por la calefacción. Algo tan nimio como desenchufar el cargador, es un primer granito de arena en tu frasco. Ya no está tan vacío como antes.  
  2.   Ahorra agua. 
    Piénsalo: un lavado de dientes correcto y recomendado por dentistas, demora mínimo dos minutos. Ya desperdiciaste 24 litros de agua potable. Piensa cuantas personas no tienen agua potable, y a 2 litros de agua por día, ya hay 12 a las que le quitaste su ración de agua. Piensa en tu familia: supongamos que eres una familia tipo, y son cuatro miembros. Sólo en lavarse los dientes, desperdiciaron casi 400 litros de agua en un día. El agua de 200 personas. Amplíalo a la casa de tu vecino, o, si vives en un edificio, piensa cuánto gastan de más. Piensa cuantas personas podrían haber bebido esa agua. Impresiona, ¿verdad?